por: Macrina López
Hace un año leí La hija única escrito por la autora mexicana Guadalupe Nettel, me gustó tanto que hace un par de meses lo escuché en audiolibro, en esta relectura rescaté nuevas ideas e inquietudes.
La sociedad en la que vivo enaltece el sufrimiento, abnegación, compromiso y dedicación eterna e incondicional de las madres mexicanas, por lo que es poco frecuente escuchar al menos en público sobre el cansancio, miedo, frustración, inseguridad, enojo, impotencia y rechazo que puede llegar a sentir una mujer en cualquier etapa de la vida de sus hijos. Esos temas son exclusivos para terapia, o bien para la persona de más confianza, aún con temor a ser juzgada.
En redes sociales veo a mamás jóvenes con sus bebés impecables y a veces vestidos a juego, mostrando una enorme sonrisa por la bendición de ser madre.
No me malentiendas querido lector, soy mamá de una adolescente de 16 años y un púber de 12, y no hay un solo día en que no agradezca su presencia en mi vida. Podría llenar hojas enteras de lugares comunes sobre la maternidad y precisamente eso es lo que Guadalupe Nettel no hace en este libro.
La hija única presenta ese lado de la maternidad del que no se habla, el que muchas veces se esconde.
Laura, mujer independiente con ideas firmes y revolucionarias es la mejor amiga de Alina y testigo de los esfuerzos de esta última por ser madre. Nettel narra con fluidez y profundidad el camino de Alina al recibir un diagnóstico desesperanzador sobre la vida de su hija que está en gestación, la cual morirá en el momento de nacer.
Laura acompaña a su amiga durante todo este proceso, mientras a su vez nos cuenta la historia de su vecina Doris, madre soltera, solitaria e insegura y su hijo Nicolás, un niño en apariencia encantador, pero quien tiene sometida a su madre a base de gritos y violencia. Laura establece una amistad con Nicolás ayudándolo a conocer sus emociones y controlar su temperamento explosivo y violento, mostrándonos algunas prácticas del budismo como la meditación, lo cual se me hace sumamente enriquecedor para toda persona.
Guadalupe Nettel hace visibles temas como el rechazo hacia los hijos y a la maternidad, la decisión de las mujeres sobre ésta y los diferentes tipos de maternidades según las circunstancias y desafíos que cada hijo presenta.
“Yo pienso que llega un momento en que todas las madres nos damos cuenta de esto: tenemos a los hijos que tenemos, no a los que imaginábamos o a los que nos hubiera gustado tener, y es con ellos con quienes nos toca lidiar.”
La hija única. Guadalupe Nettel
Al leer estas líneas sentí un abrazo a mi alma, pues como madre vivo momentos en los que desconozco completamente a mis hijos, porque no son como los imaginé, porque no actúan como yo espero. Me di cuenta, que nos pasa a la mayoría de las madres, y no debo sentirme culpable por ello.
Este libro llegó a mi vida cuando más lo necesitaba, me ayudó a abrazar esta nueva etapa de mi maternidad: ser mamá de adolescentes. Vivo un debate constante, me alegra y llena de satisfacción verlos crecer sanos, seguros e independientes; por otro lado, siento que los pierdo, es muy duro experimentar el duelo, sentirme cada día más ajena a sus vidas y menos necesaria.
Gracias Guadalupe Nettel por este apapacho a mi corazón.
Con referencias a Vivian Gornick este libro presenta además la complejidad en las relaciones madre e hija, que pueden ser tan hermosas y entrañables como tormentosas y dolorosas.
Si bien La hija única habla sobre la maternidad, no considero su lectura exclusiva para mujeres o madres, recomiendo el libro para toda aquella persona deseosa de leer una novela escrita con una pluma sincera y honesta.
Macrina López
La escritura de Macrina es como el viento. Bien puede ser una brisa suave o un huracán. Hay días que sus textos vuelan y cruzan nuevos cielos. Plumas que retan al lector, críticas inmersas en fantasía y caos. Macrina escribe para explicarse el mundo, para crear realidades paralelas, para hacer preguntas y en ellas encontrar respuestas. Macrina escribe en el blog Un lugar común. Síguela en https://unlugarcomun.com