Liliana Blum
Diseño de portada por: Margarita Parada.
“Deshumanizar a un ser humano es muy sencillo. Nadie lo sabe mejor que yo”. Es la frase de arranque de Cara de Liebre de Liliana Blum (1974).
Cara de Liebre narra la historia de dos mujeres atravesadas por un mismo hombre. Tamara lo ama y está esperando un hijo de él; Irlanda solo quiere compañía y una relación de escucha activa y sexo.
Con un ritmo vertiginoso, Blum construye ambas historias con una narrativa ácida y directa en una crítica desgarrada de los estereotipos de la mujer en el bar, la maestra de literatura, la chica del salón de belleza y los viejos y fracasados modelos de paternidad, tejidos por la eterna postura de la cosificación de la mujer. Es aquí donde la autora, desafía las convenciones y nos ofrece la mirada de una mujer atrapada en el paradigma de la belleza y la invisibilidad adquirida socialmente por un “defecto físico”. Contrastada con la idea una repentina maternidad por Tamara, una artista que termina trabajando en un salón de belleza, donde debe soportar atisbos de clasismo y superioridad de parte de sus clientes. Tamara representa una lucha interior entre la idea del amor y la realidad, la fragilidad de las relaciones, los vacíos internos y la esperanza inútil.
Irlanda es una mujer culta, preparada, inteligente y con la cicatriz del labio leporino. Una mujer convertida en sombra y fantasma de una vida que le ha fallado. Atormentada por las burlas, la indiferencia y la soledad, Irlanda busca una presa. Conseguir un hombre es fácil, decidir que hacer con él es lo complicado.
“Jamás hay que ir tras un hombre que de manera activa busca a una mujer en un bar. Es un depredador”, afirma Irlanda. Ella lo sabe bien, ha replicado la táctica, sigue sus pasos, lo acecha, sabe como ganarse su confianza, ofrecer el incentivo adecuado, el instinto la recorre y le brinda el poder de estar en control. No hay ingenuidad, la seducción es una cacería.
Blum explora la idea de la muerte como suceso biológico, descripciones casi médicas, funciones químicas que refuerzan la oscuridad de sus personajes al abrir la puerta a los diálogos y pasiones de estas mujeres. El tema de la violencia, el acoso en diferentes manifestaciones, la perpetuidad del estereotipo femenino, la virilidad limitada al acto sexual; el hombre visto a sí mismo en el espejo de la violencia, sumisión y deshumanización que la mujer ha vivido desde….siempre.
Hay pasajes que nos permiten explorar la prosa poética, que viste de negro, en Blum por ejemplo: …”Contemplo sus ojos, lo único hermoso en este ser humano. Son de un azul difícil de describir: entre el color del cielo y el del mar en la noche, con unas líneas oscuras que salen de su centro, un pequeño sol gatuno”. Otro ejemplo: “—Un cadáver no permanece. Es como el poema de Góngora, una transición. Cambio constante. Algo complicado si una quiere mantener el secreto porque la descomposición del cuerpo humano es el proceso más honesto y desinhibido que existe”
Blum nos ofrece una obra comprometida y mordaz, llena de claroscuros y fuegos sobre las relaciones tóxicas, los prejuicios, la autoestima y la necesidad de destrucción del otro para constituirnos como algo o alguien más.
No perdamos de vista a la mexicana Liliana Blum.
Cara de Liebre, 2020
Liliana Blum
Editorial Seix Barral
291 páginas