Poeta y crítica literaria, nace en Bogotá, Colombia en 1951. Su poesía está inmersa entre la sensualidad y el deseo.
Poema de la ausencia
Cómo golpea tu ausencia
cuando evoco tus pasos por la casa,
tus huellas en mi alcoba,
mi cotidiano empeño de tenerte.
Puedo palpar la luz de cada amanecer
con su luna desierta y congelada,
tu voz de agua
fluyendo por mi sangre
de magnolia encendida,
tu sombra fugitiva
que tejes y destejes,
por la escalera anónima
que hasta ti me conduce.
Puedo esperarte desvelada
en la noche profunda,
sembrar el horizonte
de voces que te nombran
desde mis sueños desolados.
Penetrar en un círculo etéreo
de niebla y lejanía
de polvo inerte y blanco
donde mi soledad de nieve
habita el más remoto sitio
de tu alma.
Allí donde tu imagen
en constante reflejo del silencio,
memoria impresa en el espejo.
Divagación
Voy por tu piel desnuda
alcanzando tus manos que diluyen las horas,
acercando mis ojos a tus sueños,
dibujando tu frente, tu mirada,
súbitamente recobrándote.
Comienzo a oír tu voz ahora,
a algún país lejano perteneces,
dueño de alguna embarcación perdida,
así te siento….
Ahondo mi corazón en tu latido,
distante estás del mar soñado
Y a mi orilla te acoges dulcemente.
Insistencia
Crece con insistencia tu recuerdo
y en la sombra impalpable
te recobro,
porque nunca me canso
de soñar tu imagen,
de reconstruirte en un espejo
eternamente inmóvil,
de seguirte en la caricia
constante del deseo,
en la fuerza inevitable de la sangre
que corre intensamente
hasta romper la piel,
hasta adherirse en la entraña
y convivir con ella
en una misma herida.
Pues soy rueda veloz que no claudica
hasta seguir en la loca carrera
hacia tu encuentro.
Tras tu sombra
Transfigurado en una luz más pura,
en ese límite soñado
que contemplamos juntos,
invencible en tu mundo y sublimado
surges en mi recuerdo como un símbolo.
¿En qué lugar, qué puerto,
qué territorio habitarás ahora?
Vivo por ti, viviendo tras tu sombra
y en el continuo miedo de perderte,
de no encontrar la ruta,
de dar mil vueltas
en la ilusión frenética del tiempo.
Tiembla la noche de mi insomnio,
¿qué país es el tuyo?
¿A dónde habrás viajado
desafiando las sombras?
Sólo sé que me adentro
sutilmente en la ausencia,
en un mundo impreciso que no tiene salida,
donde voy sumergiéndome
hondamente a tu lado.
Una puerta abierta a ti
Vencida estoy
en tu noche febril.
Puedo palpar la luz de cada amanecer
con su luna desierta y congelada,
tu voz de agua
fluyendo por mi sangre
de magnolia encendida,Pues al sumirme en ti
como en un sueño,
he iniciado mi viaje
por un extraño laberinto
donde sólo se plasma
la única imagen tuya.
Abordo ahora un infinito tren
con rumbo conocido,
el tuyo.
Divago en tumultuosas calles
en extranjeros mundos,
buscándote.
Soy quien me bebo
sorbo a sorbo la ausencia
con la firme esperanza
de encontrarte.
Hay una puerta abierta a ti,
detente en ese umbral,
quiero saciar la sed
de esta aventura,
calmar ese deseo de tenerte,
de sentirte cotidianamente
habitando en mi casa,
abordando mi lecho.
Detente en esta orilla,
pasajero de todos mis momentos,
estación del silencio
infatigablemente recorrida.