Sara Sefchovich afirma que las mujeres han hecho de su escritura una forma de vida y de su vida una forma de escritura. En su ensayo Del Silencio al Estruendo, la académica cuestiona, por qué hablar de una literatura de mujeres, por qué separar las mujeres que escriben de los hombres que escriben. La respuesta está escrita en tinta invisible y la autora enciende su linterna y nos va develando los misterios de la escritura de mujeres.
Se aborda el tema de la construcción del sujeto femenino particularmente en la literatura latinoamericana; aquí la escritora hace un recorrido minucioso y delicado por los aportes temáticos y propuestas literarias desde Mariana Cox Méndez, Nellie Campobello, Elena Garro, María Luisa Bombal, La China Mendoza, y Rosario Castellanos entre otras, resumiendo en una frase de Castellanos la pregunta constante: “Soy yo, pero ¿quién soy yo?”
Del Silencio al Estruendo va descubriendo el tema del sexo, el erotismo y el deseo contenido. La relación entre la mujer y la muerte, pero especialmente el tema del silencio, lo no dicho, lo que avergüenza y se oculta, lo que no se dice, pero está latente. La violencia, la muerte y el miedo reflejado en la narrativa de Fernanda Melchor y de otras. Para Sefchovich, las mujeres que escriben son personaje, narrador y autor. La identidad femenina se convierte en proceso de construcción de sentido.
Sefchovich afirma que: “Escribir no es sólo poner signos sobre el papel, palabras sobre el papel. Escribir es convertir a los signos y a las palabras en otra cosa.” El escritor, es un alquimista quien transforma este lenguaje en su propia obra y es aquí donde radica la diferencia entre las propuestas literarias.
El aporte de las autoras es romper la tradición narrativa, traslapar las fronteras entre la ficción y la realidad, entre el personaje y el autor; esta idea de alteridad y fragmentación impacta el proceso creativo que como afirma Sechovich: es un mundo sin certezas donde la única posesión real es el lenguaje; la autora cita a María Moreno para explicar que no es una escritura de adaptación, sino de irrupción.
Hay un capítulo entero dedicado a contestar la pregunta ¿Por qué escriben las mujeres?
Ellas mismas responden, Amparo Dávila, Herta Muller, Alicia Steimberg, Wolf, María Luisa Mendoza, entre otras. Las mujeres escribir para vivir, para entender y explicarse la vida, para odiar y olvidar, porque la palabra es respiración y agua, porque se extraña a Eros, porque buscamos la otra orilla, para defender, para gritar, para conjurar el tiempo, para ordenar el mundo, por placer, para contar la vida, la historia, para no olvidar, para darle voz a los que no tienen, para transformar en texto el cuerpo y la memoria, y especialmente para dar oportunidad a otras mujeres de verse en otros ojos, en otros espejos.
Un ensayo muy recomendable no solo por las referencias de mujeres escritoras, sino por la propuesta de visibilidad y análisis que arroja. El texto invita al diálogo y especialmente al cuestionamiento, a observar la vida propia y la literatura desde otra orilla, la orilla de la valentía de ser mujer y escribir.
Leamos a las mujeres que escriben, nos están esperando.
Del Silencio al Estruendo
Cambios en la escritura de las mujeres a través del tiempo
Sara Sefchovich
Universidad Nacional Autónoma de México
México, 2020
122 páginas