“El bar de las grandes esperanzas” es la adaptación cinematográfica del libro de memorias del periodista J. R. Moehringer, publicado en 2005 y que se convirtió rápidamente en un best seller.
George Clooney se coloca detrás de cámaras y dirige a un espléndido Ben Affleck en su papel del tío Charlie, un tipo entrañable, gracioso, conocedor de la vida y además tiene un clóset inmeso lleno de libros.
La actuación de Affleck, le valió una nominación a los Globos de Oro como mejor actor secundario (Ben Affleck) y la candidatura en la misma categoría a los premios Sindicato de Actores (SAG) 2021.
El bar de las grandes esperanzas nos narra la historia de JR, un niño que decide ser escritor. La historia comienza cuando él y su madre regresan a vivir a casa del abuelo, intrerpretado por Christopher Lloyd, sí, el gran Doc de la triología de Volver a la Futuro. La casa del abuelo es caótica, mucha gente, mucho ruido, harta compañía. Lo que para su madre es un fracaso, JR lo ve como la posibilidad de no estar solo. Su padre, un locutor de radio, los abandonó tiempo atrás; una herida siempre abierta para todo niño.
La familia juega un papel vital en la formación de JR, su madre tiene una certeza plena en que su hijo logrará entrar a Yale. Esa confianza desata dudas en el chico, pero al mismo tiempo lo mantiene a flote. Cada logro de JR es un logro compartido, un trabajo en equipo, una alegría que los llena de orgullo. ¿Quién no quiere tener eso en casa? Hay una secuencia de lo más conmovedora, en la escuela se acerca el día del padre y JR invita al abuelo, un viejo cascarriabas y descuidado que goza repelando todo el día pero, con el niño se transforma en el abue buena onda y divertido que todos queremos tener.
El tío Charlie, representa una figura paterna, que le asegura, le dirá siempre la verdad, no lo dejará ganar y que le dará los mejores consejos de su vida. El tío Charlie es dueño de un bar, The Dickens, por los libros detrás de la barra, entendemos el guiño a Charles Dickens. En el bar, JR conoce a personajes cálidos y llenos de humor que le muestran otro lado de la vida; aquí la cinta se centra en los ritos de paso, de ser un niño a convertirse en hombre, las chicas, la sexualidad, entrar a la universidad, etc.
La cinta está ambientada en los 70´s y 80´s y cuenta con una banda sonora maravillosa. La música le da un toque super nostálgico y retro, creando estas atmósferas donde JR descubre que tiene que seguir su sueño de ser escritor.
Daniel Ranieri, es el pequeño que da vida a JR en su etapa infantil. Un actor debutante que logra una interpretación natural y espontánea, que se refleja en la pantalla.
Si olvidamos los detalles de continuidad, confusión narrativa, o de personajes que salen una vez y luego nunca más vuelven a salir. El bar de las grandes esperanzas, es una cinta emotiva que nos habla del poder de la familia y de la fe; la fe en nosotros mismos. No es melosa ni cursi, pero te deja el corazón calientito y lleno de esperanza.
Disponible en Amazon Prime Video.
Te comparto algunas de las mejores frases del libro y la película The Tender Bar.
“Tienes que hacer todo lo que te asuste, JR. Todo. No digo que pongas en peligro tu vida, pero todo lo demás, sí. Piensa en el miedo, decide ahora mismo vas a enfrentarte al miedo, porque el miedo va a ser la gran cuestión de tu vida, esto te lo aseguro. El miedo será el combustible de todos tus éxitos y la raíz de todos tus fracasos, y el dilema subyacente en todas las historias que te cuentes a ti mismo sobre ti mismo. ¿Y cuál es la única posibilidad que tienes de vencer el miedo? Ir con él. Pilotar a su lado. No pienses en el miedo como en el malo de la película. Piensa en el miedo como tu guía, en tu explorador de caminos”
― J.R. Moehringer, The Tender Bar: A Memoir
“Do you know why God invented writers? Because he loves a good story. And he doesn’t give a damn about the words. Words are the curain we’ve hung between him and our true selves. Try not to think about the words. Don’t strin for the perfect sentence. There’s no such thing. Writing is guesswork. Every sentence is an educated guess, the readers as much as yours.”
― J.R. Moehringer, The Tender Bar: A Memoir