“Everything true is beautiful”
Desde que era niña ir al museo, al circo, al teatro o al cine eran para mí una experiencia inolvidable. Mis papás me llevaban a las matinés de teatro y a todas las actividades artísticas que estuvieran a su alcance. Recuerdo que tenía mi propia “libreta de arte” donde replicaba a mi modo los cuadros que más me gustaban de las exposiciones.
Crecí rodeada de muchas formas de arte, pero hay seres que llevan el arte por dentro y se desbordan en gotas de pintura, en formas misteriosas, en ideas que cuestionan y revitalizan la historia, es el caso de la cinta Never Look Away, que narra la historia de Kurt Barnet. La película arranca en la infancia de Kurt, un niño de unos 5 o 6 años con un gran talento para el dibujo, impulsado por su tía Elisabeth, Kurt comienza a explorar la textura del grafito, la suavidad del papel y la necesidad de perpetuar aquello que ve. Kurt y su familia viven en Dresdel en los tiempos de la Alemania Nazi. Elisabeth un espíritu libre y amoroso sufre un episodio psicótico y su familia acude a la medicina para ayudarla, lamentablemente el estado nazi la condena a ser internada y esterilizada para resguardar la raza aria. El ginecólogo encargado de la institución tiene un papel importante en la vida futura de Kurt.
Dentro de la cinta vemos el crecimiento de Kurt, los problemas del regimen alemán y la postguerra, la construcción del muro, la vergüenza, la idea del nacionalismo frustrado, la idea del arte y su papel en las dinámicas familiares.
Dirigida por Florian Henckel Florian Henckel von Donnersmarck, la propuesta se toma su tiempo para ir construyendo atmósferas y personajes llenos de aristas y claroscuros, personajes llenos de puntos flacos, miedos, expectativas y sueños. Quizás recuerdes a Florian Henckel von Donnersmarck por su trabajo en La vida de los otros que le valió el premio Oscar a la mejor película extranjera en el 2006. En Hollywood trabajó en el El turista protagonizado por Johnny Depp y Angelina Jolie, en el 2010.
Never Look Away no es una película de guerra o de la Alemania nazi, es una cinta que aborda la importancia de las decisiones de vida y sus consecuencias, tiene como tema central la búsqueda de la belleza y la libertad, esa búsqueda que implica la fidelidad al propio ideal, el desarrollo de la confianza interior, la complicidad con el ser amado y el anhelo de vivir con tus propias convicciones.
La cinta dura cerca de tres horas, aunque puede sonar mucho, la cinta tiene agilidad, momentos de gran pasión, momentos de suspenso y hasta ternura que mantienen la atención del espectador en todo momento. Cuenta con una fotografía de gran belleza, incluso me atrevería a decir que tiene algún tipo de filtro especial para darle cierta nostalgia o proyección especial.
El guion corre a cargo del mismo von Donnersmarck quien comenta que la historia está basada en la vida del pintor alemán Gerhard Richter, quien pasó del realismo alemán a trabajar el foto realismo, a utilizar noticias, revistas y periódicos para hibridar la pintura y conseguir una propuesta única, con la cual rompe años después para volcarse al arte abstracto. Te dejo aquí su página para que revises su biografía y su trabajo. Dejó de crear en el 2018.
Never Look Away tiene varios niveles de lectura, desde los discursos familiares a los políticos, desde la formación del arte y su relación con el hombre, hasta el amor incondicional y la importancia de la congruencia personal.
Disponible en Netflix.