¿Cómo huir de la culpa y el dolor? ¿Cómo abordar los fantasmas que nos habitan y salen a plena luz del día? ¿Cómo expiar nuestros deseos más oscuros?
Esther es una traductora mexicana que vive en Barcelona desde hace varios años. Su vida es sencilla y centrada en su trabajo. Habituada a ver las noticias de México, ve en un nota una manifestación en Hidalgo donde cree reconocer a Irene, su hermana muerta. Así arranca este viaje entre la memoria y una realidad que es cada vez más frecuente en México.
La novela está narrada a dos voces de la misma Esther, la Esther cuidadora de su hermana Irene y la Esther exiliada de todo aquello que se la recuerda. Irene es diagnósticada con esquizofrenia infantil y recae en ella buena parte de sus cuidados y atenciones. La autora maneja estás voces en un quiebre del tiempo, entre la infancia y la adolescencia en diferentes ciudades de México y la actualidad al otro lado del océano.
Niebla Ardiente es la primera novela de Laura Baeza (Campeche, 1988). Baeza entreteje la mirada infantil sobre la enfermedad mental, el tema de la responsabilidad y papel de los padres en una familia fragmentada, la idea de los hermanos como cuidadores de otros y especialmente el avasallador impacto de la enfermedad en la dinámica familiar. Para Esther todo gira en torno a Irene, su salud, sus actividades, su dieta; ella se convierte en un muro de contención para su hermana, evitarle disgustos, protegerla de sus propias pesadillas, darle la mano hasta quedar dormida.
Baeza intercala también el tema de las desapariciones y la incertidumbre que esto conlleva; el silencio cómplice y fugaz que esconden las autoridades, las incesantes lágrimas y la invisibilidad de los que sobreviven.
Para Esther esa imagen congelada en la televisión representa una esperanza. Un camino de expiación ante el abandono de su hermana en aquella clínica de rehabilitación. Con gran ingenio y precisión Baeza narra todos aquellos pensamientos y emociones que negamos, la voz de Caín que nos acompaña, los secretos y silencios que nos envuelven en la dimensión familiar. El personaje de Irene está construido desde la experiencia de Esther, de la madre y de los que la conocieron. Irene está presente en todo el relato, a veces como un fantasma, muchas otras como una sombra. Escuchamos su voz a modo de susurro, a grito abierto, es justo esa vida oscilante e imperativa de Irene, la que va dibujando la novela. En la narración se nota la destreza de Baeza en materia de cuento, donde cada palabra cuenta. En la novela se siente equilibrada y justa.
Niebla Ardiente ofrece una complejo recorrido por encontrar esa identidad que se va diluyendo, de aquellos con los que vivimos y recordamos y de un modo u otro nos fueron arracados. A través del personaje de Bernando, la autora nos confronta el tema de las desapariciones durante la dictadura en Argentina; así como nos muestra el peligro de ser periodista en Octavio quien sale huyendo de Veracruz por el narcotráfico.
¿Cómo sobrevivir a la perdida de alguien que amamos? Cuántas veces podemos perder a alguien, se pregunta Esther. La novela nos ofrece una oportunidad de hacer las paces con la culpa, la soledad y con nuestra propia conciencia.
Sigamos de cerca a Laura Baeza, nos va a sorprender.
«Creímos que nada nos dolerá más que la desaparición de Irene, pero estábamos lejos de conocer el verdadero dolor de las pérdidas.
Niebla Ardiente
Editorial Alfaguara
2021
176 páginas.
Muchas gracias por la recomendación. A mi lista de libros por leer.