Petit Maman es una de las esas joyas que descubres en los catálogos de las plataformas digitales, en este caso Amazon Prime Video. Es una de esas cintas que te sorprenden por su sencillez y por un cálido abrazo en un momento inesperado. Narra la historia de Nelly (Joséphine Sanz) una niña francesa de 8 añitos que siente un profundo amor por su abuela materna con quien hace crucigramas; al morir la abuela, Nelly y su madre deben encargarse de los objetos y pertenencias que ahora ya no tienen dueño.
Para Nelly se convierte en una oportunidad de conocer la casa donde vivió su madre cuando era niña; dormir en su cama, revisar sus cuentos y libretas, sentir a su mamá como una igual.
La cabaña de la abuela está en medio del bosque donde Nelly conoce a Marion, una niña de la misma edad con la que tiene una conexión emotiva desde el primer momento. Petit Maman es connovedora porque nos adentramos al corazón luminoso de la infancia, a la ensoñación del amor milagroso y sublime de una niña por su madre. La cinta se convierte en una evocación, en un deseo de cumpleaños. ¿Quién no ha deseado conocer a su madre cuando ésta era una niña?
Escrita y dirigida por Céline Sciamma quien tiene en su haber películas como Retrato de una mujer en llamas, refrenda su talento en una obra llena de dulzura que busca honrar el linaje femenino. Con una interesante reflexión sobre la maternidad; una maternidad ejercida con las luchas interiores y sus perdidas pero al mismo tiempo desde la decisión vital de amar. No es una película sobre el duelo o sobre las despedidas, es una cinta sobre descubrir a tu madre como nunca la has visto y reencontrar ese lazo siempre presente y a veces tirante entre ambas.
Las actuaciones de las niñas son extraordinarias y nos llevan a recordar esos momentos de nuestra niñez donde no hacían falta palabras para hacer nuevos amigos, donde solo jugar juntos, abrazarnos y compartir el lunch eran promesas inquebrantables, donde apagar las velitas del pastel o disfrazarnos eran pequeñas burbujas de magia.
Sciamma maneja con maestría elementos fantásticos y nos entrega un par de frases maravillosas mientras nos adentra a un mundo lleno de posibilidades y universos propios de la feminidad, el amor y las tradiciones entre mujeres.
La cinta fue rodada durante la pandemia y ganó el Premio del Público en el Festival de cine de Berlín y Festival de cine de San Sebastian.