¡Estoy muy emocionada! ¡20 semanas escribiendo juntos! Semanas de acompañarnos y retarnos a descubrir la escritura de una forma íntima, catártica y divertida. ¡Vamos por más!
Esta semana quiero proponerte trabajar la reflexión o el artículo de opinión. Una reflexión para de un punto de vista personal sobre un tema determinado, comunica el sentir del autor y puede estar basado en la experiencia, la observación o incluso en las noticias. La reflexión propone el diálogo, no el adoctrinamiento o la imposición. El artículo de opinión por su lado, puede incluir datos duros o información concreta que refuerce o bien contradiga la opinión del autor. Suelen manejarse en un tono ligero para agradar al lector. El artículo de opinión lo encuentras en la mayoría de los blogs.
Aquí te comparto mi ejercicio de esta semana.
Me encantan las palabras. Unas más que otras. Palabras que cobran vida en el color de la voz, en la suave tinta de un diario, en los ceros y unos de una cadena digital. Las palabras llevan implicitas emociones, aromas, significados y también una intercambio, una relación con el otro, un ir y venir, un diálogo que bien puede ser intrascendente, también puede ser el primer paso del resto de una vida. Sí, también sirven para hacer drama.
Las palabras reconfortan, lastiman, consuelan, advierten, aterrorizan, aman y bendicen. De estos últimos verbos, amar y bendecir quiero contarte hoy. En las últimas semanas las palabras son luz pero también sombras. Cada mensaje se ha convertido en un camino de estrellas, una pequeña constelación en cada mensaje, un universo contenido en una sticker, en una línea de Whatsapp, un abrazo largo y profundo en un audio. Descubrí que hay palabras y frases repetidas, constantes, palabras que abrigan y simbolizan un aquí estoy.
Te quiero. ¿Cómo te sientes? Bendiciones.
Amor en hebreo es “Ahavá, que significa “yo doy” y también “amor”. Amar y amor son también dar. Un proceso de conexión entre el que da y recibe. Cuánto más a amor se da la conexión crece.
La palabra sentir viene del latín sentire, en sus inicios significada oir, sin embargo con el paso del tiempo su significado se torno por la capacidad de percibir por los sentidos, tal y como lo usamos hoy en día.
La palabra «bendecir» viene del latín benedicere, bene-dicere, es “decir bien”. Se interpreta como «invocar o pedir la protección divina a favor de una persona o cosa». El término hebreo sería barak, bendecir, o bien beraká, bendición.
Soy una mujer infinitamente amada y bendecida. Y ¿te digo un secreto? Tú también.
Tip:
Observa el texto. Parte de la anécdota para llegar a las definiciones. La anécota breve permite marcar un tono agradable y cercano para compartir información más concreta, en este caso las definiciones. En el cierre se refuerza el tono. Este tipo de texto está entre la reflexión y el artículo de opinión que se utiliza en los blogs o en publicaciones cortas.
¡Qué lindo texto! Me encantó. Un abrazo Cynthia <3
Comadre de letras!
como cariñosamente me bautizaste. Te leo y me inspiro, gracias por compartirnos tu sapiensa para mejorar en esto de la expresión escrita. Tengo que verte para compartir contigo un nuevo proyecto que nació el lunes pasado en mi cabeza, sé que te encantará escucharlo.
Te quiero mucho.
Me gusta estar de pie a la orilla del océano, en donde rompen las olas para mantener el equilibrio con esas sacudidas fuerte que hace el mar cuando toca la playa. Mis pies y piernas los afianzo lo más fuerte que puedo en la arena, el tronco de mi cuerpo se convierte en un dique, mi cabeza quiere correr y mis brazos están en total libertad entregados para abrazar esa infinitud de agua.
Me divierte y emociona zambullirme debajo del agua para evitar ser revolcada por las olas, pero cuando eso sucede la adrenalina cruza todo mi cuerpo y mi instinto de supervivencia sale a flote.
¿Qué sería de mí sin el equilibrio, el arraigo y los revolcones?
Le pido a la vida que me permita más días para vivir jugando acompañada en el mar de la vida y en las olas de las letras aunque nos revuelquen, ¿quieres jugar conmigo?