En este reto vamos a trabajar la reescritura. Selecciona tu cuento de hadas favorito y tómalo como punto de partida para tu relato. Reflexiona: ¿Qué me gustaría agregar / quitar/ cambiar del relato? ¿Cómo podría adaptarlo a la época moderna? Un ejemplo sencillo es cambiar el final. Puedes escribir qué pasa con los personajes antes o después del relato clásico. También puedes cambiar el punto de vista. Descubrirás que surge realmente un nuevo relato.
Aquí te comparto mi ejercicio. Te invito a leerlo y reflexionar sobre el tip de cierre.
Caperucita y el Lobo
Hace 15 años Encantia llenaba las primeras planas de los medios digitales con el rescate de Caperucita Roja. Un despliegue de inteligencia y astucia de parte del Leñador en jefe, quien dirigió la valiente cuadrilla élite de ardillas y mapaches, lograron el rescate de la chica de un furioso y hambriento Lobo Feroz.
Hoy, la situación es muy distinta. El Lobo Feroz cumplió su condena en las cuevas más alejadas y solitarias del Bosque Encantado. Se ha convertido al veganismo, práctica la meditación del pájaro tibetano y lo más sorprendente: es amigo de Caperucita, quien según afirma, es su mentora y amiga más cercana.
En entrevista exclusiva para El Circo y la Bruma, el blog más relevante del país y sus alrededores mágicos, Caperucita y el Lobo conversan con la trapecista. Aquí los detalles más relevantes del encuentro.
“Pasé toda mi adolescencia escuchando frases como: pobre Caperucita, es tan débil, tuvo suerte de que no pasara a mayores, se lo merece por hablar con extraños. Todas esas frases se convirtieron en dolor, en una angustia espinosa y amarga, no podía librarme de esa idea”, apunta con los puños encogidos y una mirada que deja entrever un llanto profundo.
El Lobo la observa con una paz extraordinaria. El amarillo de sus ojos parece un girasol que apenas despierta. Sus orejas se mueven atentas ante la voz de Caperucita, como adivinando cada frase. Cruzan miradas con la complicidad de quien comparte un secreto.
Caperucita confiesa que hace poco escaló la montaña Prueba, uno de los picos montañosos más altos del bosque, en su recorrido encontró un objeto que cambiaría su vida para siempre. “Fui a la montaña para estar conmigo misma, para alejarme del ruido de todos, para escuchar mi propia voz y fue justo lo que encontré”. La chica nos muestra un estuche rosa pastel con letras en dorado donde se lee “Eres mágica”. Con delicadeza abre la funda y descubre un diario.
“Escribir se ha convertido en mi manera de conectar con las maravillas y secretos que el mundo tiene para mí, ya no estoy en lucha conmigo ni con nadie. En la escritura encuentro la complicidad y el fuego para superar todos los retos y ahora estoy lista para trabajar y ayudar a los otros”. Su voz es un chispazo eléctrico que titila de emoción y fuerza. Ha quedado atrás la niña y observamos a una Caperucita madura y segura de sí.
El Lobo no le quita los ojos de encima. La admira en silencio.
“Subir la montaña no fue nada fácil, se me ocurrió subir con mi outfit clásico: Caperuza Roja y canastita, muy aesthetic, sí, pero nada práctico para escalar. Y ahí lo encontré». Voltea a ver al Lobo quien por primera vez en toda la entrevista sonríe y está dispuesto a hablar.
“Sí, debo confesar que reconocí un aroma familiar: vainilla y miel. Nunca olvidaré el olor de las maravillosas galletitas de la madre de Caperucita, Doña Caperuza Mayor de los Viejos Valles. El olor me transportó a aquella mañana en qué loco de hambre, intenté robar las galletas a Caperucita. Todo fue muy rápido, durante mucho tiempo sufrí tanta vergüenza y una desolación absoluta. Mi glotonería tuvo consecuencias muy graves. Cumplí mi condena y descubrí que compartir y pedir desde el amor y la gratitud, funcionan mejor que arrebatar con alevosía y miedo”. Declara el Lobo con un semblante sereno. Ya no es el lobo rabioso y hambriento de aquel arresto que fue motivo de debate en las redes sociales, ni las imágenes virales donde gritaba por una galleta, hoy viste de naranja, tiene un hablar pausado y unos ríos blancos le cubren el pelaje por aquí y por allá.
“Fue un encuentro mágico” apunta Caperucita. “Descubrimos que el tiempo sanó nuestras heridas y estamos listos para compartirles algo muy especial. El lanzamiento de dos programas integrales para chicas y lobatos. CaperucitaINC es el programa para fortalecer el autoestima y la confianza personal de las chicas a través de ejercicios mágicos y escritura creativa, con el apoyo del Hada Madrina y una buena dotación de polvos mágicos, las chicas descubrirían sus fortalezas para vivir y luchar por una Encantia libre de peligros y cada vez más llena de sueños”.
El Lobo por su parte comenta que, en alianza con los Tres Cochinitos, famosos en la ciudad por su deliciosa repostería, lanzarán el centro KETOMAGIC, un centro especializado en nutrición y repostería saludable, para informar y brindar a la comunidad herramientas para mejorar su relación con la comida, control de emociones y además cursos de alta cocina. Hansel y Gretel ya están apuntados en la clase de casitas de chocolate.
La entrevista termina con una Caperucita fuerte y comprometida con la niñez de Encantia y con un deseo de seguir siendo mágica. El lobo, por su parte, sonríe enseñando los colmillos adornados con unos brackets rojos y recitando un mantra.
Para mayor información visita Caperucitayellobo.com
TIP: Tomé un cuento tradicional y viajé en el tiempo, partí de la pregunta: ¿qué hubiera pasado si…..? El relato está escrito en clave periodística, como si fuera una entrevista a un medio de comunicación. Ubiqué la acción en el mundo de Encanta y el bosque encantado. Mezclé personajes de diferentes cuentos y abordé detalles que pudieran ser más actuales y divertidos para nuestros personajes.
