Besarte es desatar un huracán, afirma Joaquín Sabina. A veces no son los labios lo que inician la tormenta, son los ojos. Así es la novela Yo recibiría las peores noticias de tus lindos labios de Marçal Aquino (Amparo, Estado de Sao Paulo, 1958). Un encuentro casual y una mirada desatan un huracán con fines devastadores…
Aquino logra una integrar la novela policíaca con una gran historia de un amor, de esas que solo se viven una vez. Cauby es un fotógrafo que llega a Pará, una ciudad minera del Brasil, para fotografiar a las prostitutas financiado por una beca francesa. En la tienda de fotografía de Chang conoce a Lavinia, una mujer joven y bellísima que lo deja sin aliento. Si los fotografos persiguen la luz para sus capturas, Lavinia y Caudy fueron atrapados en un destello. El amor contenido en una mirada.
El autor presenta una narrativa diferente y adictiva. Se olvida de la tradición estílica de los diálogos y nos ofrece un torrente de conversaciones que tardamos un par de páginas en descifrar.
Entre Caudy y Lavinia se da un romance flamígero, apasionado, voraz y también ilícito, ella está casada. Los enamorados no pueden estar separados, se necesitan, se alimentan mutuamente, uno es luz y el otro es ojo e intercambian papeles.
Lavinia es enigmática, magnética. Una mujer, dos Lavinias. Una toda pasión, la otra melancolía. Caudy lo sabe y así la ama. Estas mujeres están en su piel y en su historia. Aquino nos lleva al pasado de Lavinia a latigazos, de forma rápida y dolorosa, instantánea y brutal. El pasado de Lavinia es una herida en carne viva, abusos, violaciones y alcohol, hasta que conoce a Ernani, un pastor evangélico muy popular. Ernani no quiere redimirla, quiere darle una oportunidad y ella la acepta.
Aquino muestra la experiencia y astucia propia de la construcción de guiones, proponiendo una narrativa visual y dinámica. Un ritmo particular lleno de incertidumbre, giros, personajes que utilizan la venganza como recurso de vida.
Aquino escribe en clave policíaca e integra dos formas de amor en el péndulo de la intensidad y el amor platónico, a través de las voces de Caudy y el Calvo. Mientras Caudy recuerda su vida con la mujer que lo cambió todo, para bien y para mal. El Calvo rememora a su amor platónico.
Caudy sigue consejos de un profesor de psiconanálisis, para tratar de identificar el torbellino de emociones, que lo conducen por situaciones que van desde lo cómicas hasta peligrosas. La relación con Lavinia se torna salvaje, Caudy tiene miedo pero también lo excita, esa mezcla de dolor y deseo que los envuelve y trenza su destino.
Aquino da un lugar protagónico a la ciudad Pará, su pobreza, sus mineros y los empresarios codiciosos, el caos y su basura, las rebeliones, los disturbios civiles, la violencia y la prostitución se convierten en una atmósfera que envuelve toda la novela, y favorece el ambiente policíaco y corrupto que explica un par de secretos de la historia. Caudy tiene un encuentro accidental con uno de los personajes más perseguidos y violentos de Brasil que tendrá consecuencias.
Yo recibiría las peores noticias de tus lindos labios es el relato de dos personas heridas, dos asterorides que colisionan, pero al mismo tiempo encuentran su propia manera de orbitar.
Marçal Aquino es un narrador intenso, presenta una ciudad caótica, vidas desmoronadas y violentas, un juego de luces que a veces nos deslumbran y otras tantas nos dejan en la oscuridad. Es, en definitiva un gran ejemplo de la narrativa brasileña contemporánea, con sus toques de ironía, crítica y también de esos relatos que con sus finales inesperados y crudos te dejan un poco más contento que cuando comenzaste el libro.
Yo recibiría las peores noticias de tus lindos labios.
Marçal Aquino
Editorial Océano. Colección Hotel de Letras.
2015.