Cynthia Elizabeth Morales García

por | Jun 22, 2021

Luciérnaga

La memoria es un frasco con burbujas
instantes circulares
que destellan historias
mientras el tiempo agita sus manos de alfiler

De las paredes cuelgan
testigos del olvido
recuerdos como los charcos de lluvia,
que diluyen el sol y el caminar de los días

Su mirada es igual que una luciérnaga,
a veces encendida,
a veces apagada,
atrapada en un mundo de cristal

Te amaré aunque no sepas quienes somos
ninguno de los dos


Colmena

Vivimos en una colmena, un nido
que te observa desde adentro
cuando los aburridos obreros de la soledad
piensan en clavarte el aguijón

Somos un enjambre,
un avispero de fracasos y fantasías
agua y cenizas en las paredes compartidas
zumbidos de un futuro espeso

Mirar por la ventana de ti
es entrar al abismo salvaje
incitar el cosmos contenido
habitar juntos la celda

Cuando encuentre valor en el tarro de miel
y la locura grite como panal de fuego
quizás nos quitemos las máscaras
para bailar como las abejas

*Publicados originalmente en la antología Licencia para Mentir / Espacio 17 musas. Madrid, España. Marzo 2021


Memoria

La tinta es una serpiente entre las hojas
una caricia
siluetas de palabras
mi cuerpo girasoles vivos
abriendo los labios como laberinto

La piel
el último lienzo
lluvia y canto.

Mi vida es una caja de cerillos
un cometa
una nube
una pared de libros
La memoria
la única historia;
nosotros
amaneceres y sombras


Si hoy fuera el último día que mi mano escribe… 

Te escribiría que te quiero, sin explicaciones ni lamentos, con el corazón lleno de tinta y lágrimas, con las ganas infinitas de abrazarte de nuevo, de reír juntos, de mirarnos a los ojos, de compartir el silencio, de divertirnos como tontos.

¿Cuánto tiempo se necesita para rozar un corazón? ¿Cuántas palabras llevamos a cuestas? Tengo una libreta que se titula «Lo que no te dije» y lo que no te dije lo escribí en la piel y en el alma, me desgarré por contenerme, por tratar de no herirte, por herirme, por imaginarme un final diferente….

Si mi historia termina hoy, quiero escribirte que te pienso, que te he pensado y te recuerdo con cariño, que no te he olvidado, que significaste algo para mí en un momento de nuestra historia, de mi historia; que floto en el tiempo para vivir de nuevo el recuerdo, para descubrir que fue lo que nos unió y celebrarlo de nuevo…

En mis letras eres y fuiste mi cómplice, mi amig@, mi mentor, mi maestro, mi hijo, mi padre, mi madre, mi abuelo; fuiste un huracán, arcoíris, lluvia, un relámpago, mi furia, un silencio dulce, mi abecedario completo…

Te escribiría perdóname… por los malos entendidos, por mi soberbia, por la indiferencia, por no ser suficientemente noble, por ser suficientemente egoísta, por hacer grandes las tonterías que nos separaron y nos hicieron creer que el olvido es la mejor idea.

Que mi última para palabra para ti sea gracias; que mi último momento sea de luz y te abrace de nuevo.

Hasta que vuelva a escribir.


Un domingo

Me gustan los domingos
cuando paseo por mi infancia
en el rancho de los abuelos,
Salomón con su ropa de camuflaje
me abraza y me dice: muñeca
mi abuela Olivia
con sus ojos de nube
y su pelo en trenzas negriblancas,
los primos corriendo
juegos en el pasadizo secreto
las donas de chocolate de la pitufina
apostar, ganar y perder en la lotería de las tías
la música del camión de chopos
con sus sabores de vainilla y algo que parece chocolate.

Me gustan los domingos
cuando vuelvo a casa de mis padres
con el pelo enredado
cadillos en las calcetas y
papá bolea mis zapatos de la escuela,
mamá pregunta por los botones dorados y
el chaleco del uniforme.

Me dejo caer en mi cama de niña
el corazón llueve recuerdos
y veo estrellas imaginarias en el techo.
Mañana es lunes
y esta vez no hay que ir a la escuela..

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