Ángeles Mastreta (Puebla, México,1949) Periodista y escritora. Mastreta escribe poesía y narrativa, en esta destaca la creación de personajes femeninos llenos de fuerza y carisma. Sus novelas más destacadas son: Arráncame la vida y Mujeres de ojos grandes. Actualmente escribe para el diario El País y mantiene su blog personal.
Aquí algunos de sus poemas más representativos:
Yo quiero ser eterno
Tarde última y serena,
corta como un vida,
fin de todo lo amado;
¡yo quiero ser eterno!
-Atravesando hojas,
el sol, ya cobre, viene
a herirme el corazón.
¡Yo quiero ser eterno!-
Belleza que yo he visto,
¡no te borres ya nunca!
Porque seas eterna,
¡yo quiero ser eterno!
Desvaríos
Entre nosotros crece la ropa en las mañanas
se atraviesan mil veces los oficios
nos mueven los deberes
el futuro
las cosas.
Por si no fuera mucho alguien propone la medida
para que no te vayas
dicen
es necesario el regateo.
Pero tus manos son mi tiempo
y no quiero jugar a detener la boca y los abrazos.
Te irás más tarde
dicen
si encuentro la mesura
pero deseo tu cuerpo y este día
este preciso cielo
la película de hoy
la cama próxima
tu sudor y tu piel ahora en la tarde.
No voy a retener mis frases ni mi aliento
no me quiero tragar ni un poco de silencio
ni uno solo de los consentimientos.
¿Por qué la luz a medias?
¿Para que no te vayas cuando te irás?
Nunca se mete el sol antes de tiempo
y se pone lo mismo en días nublados.
Yo quiero tu cobija hasta que quieras
te doy mientras
mis ansias, mis costumbres,
mis ruidos, mi placer, mi desmesura,
así no sentiré cuando te marches.
Yo te deseo
Yo te deseo la locura, el valor,
los anhelos, la impaciencia.
Te deseo la fortuna de los amores
y el delirio de la soledad.
Te deseo el gusto por los cometas,
por el agua y los hombres.
Te deseo la inteligencia y el ingenio.
Te deseo una mirada curiosa,
una nariz con memoria,
una boca que sonría
y maldiga con precisión divina,
unas piernas que nunca envejezcan,
un llanto que te devuelva la entereza.
Te deseo el sentido del tiempo
que tienen las estrellas,
el temple de las hormigas,
la duda de los templos.
Te deseo fe en los augurios,
en la voz de los muertos,
en la boca de los aventureros,
en la paz de los hombres que olvidan su destino,
en la fuerza de tus recuerdos
y en el futuro como promesa
donde cabe todo lo que aún no te sucede…
Ángeles Mastreta