José Saramago -poesía-

por | Nov 16, 2022

osé de Sousa Saramago nació el 16 de noviembre de 1922 en Azinhaga, Portugal y dejó una huella en la letras mundiales con su partida en el 2010.  En 1998 recibió el Premio Nobel de Literatura.  Saramago se consagro como ensayista y narrador. Cuestionó la política, los procesos culturales, la deshumanización y la indiferencia.  Con gran agudeza afirma que es “la hora de aullar” como una forma de reclamo y revancha ante los gobiernos autoritarios.   

Estudio de desnudo

Esa línea que nace de tus hombros,
Que se prolonga en brazos, después mano,
Esos círculos tangentes, geminados,
Cuyo centro en cono se resuelve,
Agudamente erguidos hacia los labios
Que ansiosos de los tuyos se desprenden.

Esas dos parábolas que te encierran
En el quebrar ondulado de cintura,
Las calipigias cicloides superpuestas
Al trazo de las columnas invertidas:
Tibios muslos de líneas envolventes,
Torneada espiral que no se extingue.

Esa curva tan suave que dibuja
Sobre tu vientre un arco reposado,
Ese triángulo oscuro que fulgura,
Camino y sello de la puerta de tu cuerpo,
Donde el estudio que de desnudo hago
Se transforma en cuadro terminado.

Traducción de Ángel Campos Pámpano


Mejor Callados

¿Y si los gritos crujiesen cuando los gritos
Dentro de la sangre negra se amordazan?
¿Y si los ojos aullasen cuando la lágrima
Gruesa de sal amarga rasga la piel?
¿Y si las uñas convertidas en navajas
Abriesen diez caminos de desquite?
¿Y si los versos doliesen masticados
Entre dientes que muerden el vacío?

¿Más preguntas, amor? Mejor callados.


A ti regreso, mar

A ti regreso, mar, al sabor fuerte
De la sal que el viento trae hasta mi boca,
A tu claridad, a esta suerte
Que me fue dada de olvidar la muerte
Aun sabiendo que la vida es poca.

A ti regreso, mar, cuerpo tendido,
A tu poder de paz y tempestad,
A tu clamor de dios encadenado,
De tierra femenina rodeado,
Cautivo de la propia libertad.

A ti regreso, mar, como quien sabe
De esa tu lección sacar provecho.
Y antes de que la vida se me acabe,
De toda el agua que en la tierra cabe,
En voluntad tornada, armaré el pecho.


En el corazón, quizá

En el corazón, quizá, o más exacto:
Una herida rasgada con navaja,
Por donde se va la vida mal gastada,
Con total conciencia nos apuñala.
El desear, el querer, el no bastar,
Equivocada búsqueda de la razón
Que el azar de ser nos justifique,
Es eso lo que duele, quizá en el corazón.

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