Pita Amor

por | May 30, 2022

Guadalupe Teresa Amor Schmidtlein mejor conocida como Pita Amor. Nació un 30 de mayo de 1918. 

Actriz de teatro, musa de pintores y fotográfos. Se relacionó con grandes artistas. Su vida fue controversial y libre de ataduras, como su poesía. En esta habla de la soledad, el amor, el desasosiego y un hilo místico que evoca al trabajo de Sor Juana.

Pita Amor amó con intensidad y pasión, enigmática y adictiva solía rodearse de intelectuales y artistas. Pionera de la liberación femenina durante los cincuentas. Su poesía marca una era, rompe con el estereotipo de la mujer fragil y dulce, y nos vuelca al pecado y a la locura de amar sin medidas.

No te compares con tu tía de fuego! ¡No te atrevas a parecerte junto a mí, junto a mis vientos huracanados, mis tempestades, mis ríos de lava! ¡Yo soy el sol, muchachita, apenas te aproximes te carbonizarán mis rayos! ¡Soy un volcán!

Pita Amor.

Algunos de sus poemas

Letanía de mis defectos

Soy vanidosa, déspota, blasfema;

soberbia, altiva, ingrata, desdeñosa;

pero conservo aún la tez de rosa.

La lumbre del infierno a mi me quema.

Es de cristal cortado mi sistema.

Soy ególatra, fría, tumultuosa.

Me quiebro como frágil mariposa.

Yo misma he construido mi anatema.

Soy perversa, malvada, vengativa.

Es prestada mi sangre y fugitiva.

Mis pensamientos son muy taciturnos.

Mis sueños de pecado son nocturnos.

Soy histérica, loca, desquiciada;

pero a la eternidad ya sentenciada.


Voy a narrarte

Voy a narrarte Juan de Dios amado

lo que acontece por mi cuerpo obscuro

y por mi corazón tan inseguro,

igual que un llano abierto y desolado 

Voy a contarte Juan lo que he pecado

lo que he pecado viendo contra el muro

De mi pecado criminal y duro,

voy a hablarte don Juan enamorado 

Voy a contarte cómo yo en la sombra

apuñalé mi rostro en el espejo

y huí al laberinto del olvido 

donde nada perturba ya ni asombra,

donde la luz no deja ni un reflejo

y la sábana blanca no hace ruido


Esos besos

Esos besos que nunca tú me diste

esas caricias casi clandestinas

esas caricias tuyas, asesinas

y tu recuerdo que cual toro embiste 

Ya ni el demonio tétrico me asiste

Recorro en vano todas las cortinas

Mis noches son de sombra y de morfina

desde una tarde en que sin fin partiste 

Desde esa tarde miro cada tarde

una montaña lila y transparente

una montaña de aluminio eterno 

Mi corazón de vidrio es muy cobarde

terribles, los conflictos de mi mente

Soy la dueña absoluta del infierno

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